Diario de campo: Musa toxica.

Diario de Campo de la Aventurera Judith M.

En este diario anotaré todo animal, planta, ser o cosa curiosa que descubra en ese bosque misterioso.

Era un día nublado cuando decidí aventurarme a explorar por primera vez El Bosque Encantado. Había escuchado leyendas e historias sobre los seres que habitan este lugar, pero nada más poner un pie en su suelo, cubierto de musgo, ramitas y hojas, sentí que la magia me envolvía.

Avancé con determinación, respeto y precaución. Es importante estar alerta ante los posibles peligros que pueden surgir, pero también mantener una actitud respetuosa en cualquier bosque, mágico o no, al que decidas adentrarte.

Después de una hora de caminata, maravillada por los sonidos, las sombras y la vegetación que encontraba a mi paso, decidí sentarme a tomar un refrigerio y sacar mis prismáticos, con la intención de observar mejor los pájaros y la vida diminuta que habitaba los árboles.

Al terminar mi pequeño picnic improvisado y mientras recogía mis cosas, una vocecilla cantarina me sorprendió cerca del árbol donde estaba apoyada. Frente a mí, una pequeña seta rechoncha, con una carita adorable, me observaba con curiosidad y precaución.

Busqué rápidamente entre mis notas recopiladas de otros libros de exploración, y me fascinó descubrir que se trataba de una Musa Tóxica. Sin perder tiempo, hice unos bocetos rápidos en mi cuaderno para después, con más calma, darle mas detalles y color.

Después de unos minutos observándola, aquella pequeña criatura se acercó despacio, con un leve tintineo en su canto. Sin darme cuenta, comenzó a trepar por mi ropa hasta acomodarse con toda confianza sobre mi hombro, desde donde parecía analizar mi cuaderno de notas con la misma curiosidad con la que yo la observaba a ella.

Al verla un poco mustia y con las esporas apagadas, pensé que tal vez necesitara mejores cuidados, así que decidí llevármela a casa para estudiarla con calma y proporcionarle algo de luz y alimento en mi pequeño invernadero mágico.

Nota del diario:
He descubierto que la Musa Tóxica es bastante celosa. Después de dejarla en el invernadero para que se recuperara, cuando volví había roto todas las torretas con plantas a su alrededor, como si quisiera asegurarse de que al regresar solo me fijara en ella.

*Esta pequeña figura la creé como homenaje a las criaturas venenosas que esconden belleza y peligro al mismo tiempo. Forma parte de mi colección de figuras mullidas, y me encanta pensar que cada aventurero o aventurera puede darle un espacio en su propio rincón mágico. Puedes encontrarla aquí
y si tienes suerte podrás hacerte con un ejemplar.''