
Cómo descubrí mis colores: mi viaje artístico y personal
Share
De pequeña fui una niña con pocos amigos y con una relación complicada con mi familia, pero como para muchos niños dibujar era mi terapia, mi forma de evadirme, crear mis propios mundos en mi cabeza e intentar darles forma en un papel, me hacía sentir como si fuera algún tipo de alquimista o maga aprendiz intentando trasformar un idea en algo visible y tangible. Me pasaba horas practicando, frustrándome y volviendo a intentarlo, nunca estaba satisfecha con los resultados y era muy dura conmigo misma, tal vez por que no tuve el apoyo o los elogios de un familiar, puede que eso (y entre otras cosas) provocara que creciera algo rota, pero jamás solté el lápiz.
*Una de mis primeras ilustraciones, adoraba la acuarela y las brujas, y así sigue siendo a día de hoy.
Cuanto mas adulta me hacía, mas insegura de mi misma me volvía, solía esconder mis dibujos inacabados, avergonzarme si alguien los veía y los elogiaba, seguí teniendo problemas en la escuela y en casa, la gran parte del tiempo estaba triste y a raíz de eso adquirí el habito de auto lesionarme, pero nunca perdí las ganas de dibujar, de seguir creando. A veces pienso que el arte me salvó, haciendo mi pequeña ''alquimia'', transformaba algunos de esos malos sentimientos en arte y sentía que me ayudaba un poco a sobre llevarlo.
*Siempre tuve una necesidad constante de crear así que hacía pequeños regalitos para mis seres queridos.
Cuando terminé el instituto era una chica perdida, rota y confusa que no sabía que hacer con su vida, intenté seguir estudiando lo que me recomendaban o lo que yo creía que podría soportar, pero nada funcionaba, llegué a pensar que era estúpida e inútil y que valía para poca cosa. Hasta que experimenté lo que era el amor, sentirse querido por alguien que no quería nada mas de mi que una sonrisa, que me trataba con amabilidad y se preocupaba por mi de forma sincera. Con el tiempo me di cuenta que hasta que esa persona llegó, yo había llevado una venda en los ojos, no veía los colores del mundo como eran en realidad y mucho menos veía lo que yo era, mi autentica esencia. Yo había sido una planta que estaba intentando crecer, pero siempre había sido regada por la envidia, la soledad y la incomprensión, pero cuando al fin recibí, el cariño, las buenas palabras, la paciencia y el amor... simplemente florecí. Dejé de tener una imagen tan distorsionada de mi misma y empecé a entender muchas cosas. Mi arte también cambió, pasó de ser melancólico y oscuro (algo que no me disgustaba), a alegre y colorido.
Y no voy a mentir sanar de verdad me costó mucho tiempo, años, y aun hay días que esos miedos e inseguridades vuelven pero ya no me hacen tanto daño, me conozco y me quiero mucho mas, y eso es extremadamente importante en el duro camino de sanar.
Esta ha sido mi historia (muy resumida), y quería dejarla escrita no solo porque también es el origen de mi pequeño emprendimiento, sino también porque se que hay muchas niñas y niños rotos, que se hayan sentido de una forma parecida a la mía, y a ellos querría que les llegara este mensaje:
''No estas sol@, y tienes que saber que eres único e importante, aunque otras personas puede que no quieran que lo veas. Muestra tus verdaderos colores al mundo y nunca dejes de soñar.''
*Esto es lo que conseguí en cuanto acepté mis colores.